PLAZA MAYOR ALMAGRO (CIUDAD REAL)

 

 

Vista general de la rectangular plaza, con el Ayuntamiento de piedra al fondo

 

Almagro fue antigua ciudad Cabeza de la Orden y del Campo de Calatrava y sus orígenes se remontan al paleolítico inferior. Cuando la Orden de Calatrava cambia su sede a Calatrava la Nueva, los maestres se trasladan a la villa de Almagro, donde fijan sus residencias y construyen sus palacios, para organizar y defender el territorio desde allí.
 

A comienzos de la Edad Moderna, la ciudad va a alcanzar su máximo esplendor artístico y crecimiento económico, debido al asentamiento en ella de los banqueros de Carlos I, los “Fúcares” (Fuggers).
 

El pueblo, declarado Conjunto Histórico – Artístico, tiene una estructura medieval, mantenida a través de los siglos, ya que sobre la ciudad preexistente se construyeron edificios; la gran influencia económica y social de los banqueros alemanes, se pone de manifiesto en la arquitectura civil, que combina de forma armónica elementos flamencos con otros típicamente manchegos.

 

el verde de la madera da el toque colorista característico de la plaza
 

En la villa llena de iglesias, palacios y casas solariegas, encontramos evidencias de la grandiosidad y poder pasados como nos muestran los escudos y portadas de la ciudad.
 

La Plaza Mayor, imagen característica de Almagro, tiene su origen en el establecimiento de un lugar permanente para mercado. Es un conjunto urbanístico preconcebido, realizado según proyecto, con un trazado regular y carácter esencialmente municipal. Fue engrandecida en el siglo XVI, cuando se establecen en la ciudad los Fúcares.
 

 

detalle del soportal que soporta la parte alta de la edificación

 

La plaza, es de planta rectangular irregular, formada por dos flancos y cerrada por el Ayuntamiento y jardines donde antiguamente se ubicaba la desaparecida iglesia de San Bartolomé.

 

 

Los soportales presentan ochenta y cinco columnas de piedra de orden toscano, que sustentan zapatas y entablamiento de madera sobre el que se asentaban primitivamente dos largas galerías corridas, públicas y abiertas al exterior, que se utilizaban como tribunas para actos públicos, religiosos y festivos.
Las galerías se fueron cerrando y compartimentando a modo de palcos, lo que traerá consigo la privatización total del espacio.

Las acristaladas galerías, que recuerdan las fachadas costeras de las construcciones de los Países Bajos, tienen el maderamen de sus balconcillos pintados de verde, color que se ha convertido en la nota característica de la Plaza Mayor.
A estas antiguas tribunas se accedía por escaleras en la calle del Toril y el callejón del Villar, donde aún puede observarse la estructura de madera del siglo XVI.
En el flanco sur de la plaza, hayamos el “Corral de Comedias”, construido a finales del Siglo de Oro, único en su género que se conserva y declarado en 1955 monumento histórico nacional. Recibe el nombre de corral porque las representaciones teatrales ambulantes, se celebraban en los corrales de las posadas. El de Almagro estaba situado en el Mesón de la Plaza o Posada de Comedias.

casa consistorial


No se sabe su fecha exacta de construcción, pero parece rondar el siglo XVII. Su portada nos introduce en el clásico zaguán de pavimento empedrado. El corral propiamente ducho tiene una superficie de trescientos metros cuadrados, y escenario de dos alturas según la idea barroca del movimiento.
El conjunto está rodeado por cincuenta y cuatro pilastras de madera que descansan sobre basas de piedra para preservar la madera de la humedad del suelo, y que sustentan los corredores altos.
A ambos lados del escenario están los palcos con celosías para contemplar las representaciones sin ser visto. En este recinto se celebran todos los veranos el Festival Internacional de Teatro Clásico.
Al lado del corral de comedias, encontramos la casa del mayorazgo de Molina, y en su frente, en el otro lateral de la plaza y al fondo del callejón del Villar, el Museo del Teatro, creado recientemente por la Consejería de Educación y Cultura.

En el lado sur de la Plaza Mayor, se sitúa el Palacio Maestral, del que sólo se conserva el patio y algunas dependencias.

Está construido de ladrillo en sus dos cuerpos siguiendo el estilo mudéjar.

Su techado de alfar, tiene restos de policromía, escritura cúfica y escudos del que fuera Maestre en el siglo XIV, Don Gonzalo Núñez de Guzmán.

 

 

 

zapatas y entablamiento de madera apoyan sobre capiteles y columnas toscanas de piedra

El Ayuntamiento levantado sobre el solar de una casa noble, el lienzo este de la plaza, tiene dos plantas. La inferior con acceso central adintelado entre pilastras y flanqueado por dos ventanas arrejadas. Su planta superior se abre al plazal en un balcón corrido de hierro forjado a mano, con cinco huecos adintelados y gran escudo con alero. Esta coronado por una torre con reloj y campana procedente del antiguo convento de Santa Catalina de la orden franciscana y hoy Parador Nacional de Turismo. En su interior hay que destacar la gran escalera de piedra y barandilla de hierro forjado del siglo XVIII.
La Plaza Mayor, constituida como centro cívico y urbano de la villa de Almagro, es cuidada intensamente: cada tres años las galerías se pintan de su color característico, y el pavimento fue restaurado en 1990; esta revitalización de espacios públicos que también observamos en otras poblaciones de la Comunidad, está alentada por la labor potenciadora del entorno llevada a cabo por la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha.

 

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