La Plaza del Castillo tiene forma trapezoidal de casi 20.000 m2 de superficie y
su origen se encuentra en las viejas alineaciones de murallas de la Navarrería y
San Nicolás y el edificio del convento de Predicadores
El
origen latino de Pamplona se constata en su antiguo nombre, Pompaelo, al ser
fundada por Pompeyo sobre una primitiva población vascona.
Enclavada
en la calzada Burdeos – Astorga como baluarte defensivo, sufrió sucesivas
invasiones germánicas y musulmanas.
Cristianos y mahometanos navarros alían sus fuerzas para luchar juntos frente a musulmanes y carolingios. Combatieron a Carlomagno (quien destruyó las murallas de Pamplona en el año 778), y le infligieron la derrota de Roncesvalles.
detalle del quiosco de la música
Fruto de
esta colaboración es la independencia de Navarra como reino con la entronización
en Pamplona del primer rey conocido, Iñigo Arista.
Tras la
instalación del reino de Pamplona – Navarra y la expulsión de los musulmanes, se
inicia la repoblación y comenzaron a formarse alrededor de la ciudad tres
barrios: San Nicolás, San Miguel y San Saturnino, con administración y fueros
independientes; el conjunto de la ciudad y los barrios se denominó Pamplona.
Esta diferenciación permitió que se suscitaran frecuentes luchas, a las que puso fin en 1422 el Privilegio de la Unión, auténtica carta fundacional de Pamplona.
Este Privilegio modifica la urbanización de la ciudad y los tres barrios; se someten a una única jurisdicción, y se levantan nuevas calles apoyadas en las murallas y fosos que antes les separaban a unos de otros.
la plaza del castillo que fue espacio medieval, plaza de armas, coso taurino, solar de mercado, salón de baile, etc, hoy es el corazón de pamplona
En junio
de 1512, Pamplona es ocupada por las tropas del duque de alba y en 1515 es
incorporada definitivamente al trono de Castilla, cuyos reyes ordenan la
reconstrucción de sus murallas; y surge la calle Nueva (entre San Cernín y San
Nicolás, perfilándose ya la actual Plaza del Castillo).
Esta
plaza trapezoidal de 18.000 metros cuadrados de superficie tiene su origen en
las viejas alineaciones de murallas de la Navarrería y San Nicolás y el edificio
del convento de Predicadores.
En la primera mitad del siglo XVI se derriba el castillo medieval de la Navarrería, que defendía la ciudad vieja y del que no queda vestigio alguno, poniéndose fin al uso de su espacio anterior como plaza de armas, torneos y ejercicios militares; perfilándose así la alineación del lado de poniente y dando origen al nombre de la plaza.
En la
segunda mitad de la centuria se edifica la fachada norte de la plaza, y a
principios del siglo siguiente se levanta la de poniente. Este lado oeste, de
espaldas a San Nicolás, es el más irregular de la plaza ya que no se han
completado los soportales.
En una esquina de la plaza se encuentra el Palacio de la Diputación Foral, en el que se conservan obras de Federico Madrazo.
aspecto de los soportales de uno de los laterales de esta plaza de trazado irregular
En sus
laterales se abren las avenidas de Carlos III el Noble y Sarasate.
El lugar presenta edificaciones que van desde cuatro a ocho plantas, levantados
el pasado siglo e incluso antes.
este espacio
presenta edificaciones de cuatro a ocho plantas, levantados el pasado siglo,
e incluso en los anteriores
En el
espacio central se pueden observar alineaciones de árboles, macizos ajardinados,
bancos, estacionamientos para vehículos y un quiosco de música con fuentes
ornamentales adosadas.
La Plaza
del Castillo que fue espacio medieval, plaza de armas, solar de mercado, coso
taurino, muladar, salón de baile, paseo, muelle de autobuses y título de novela,
es el corazón de Pamplona.
vista aérea de la plaza del castillo de pamplona
Muy
cerca de ella, la plaza del Ayuntamiento es escenario de los actos municipales,
y lugar donde, parafraseando a Hemingway, “la fiesta de los san - fermines
estalla”.
El monumento principal de Pamplona es su catedral gótica, uno de los edificios religiosos más importantes de España. Es de tres naves, con crucero, capillas entre los contrafuertes y cabecera con girola.
La fachada principal de estilo neoclásico es obra de Ventura Rodríguez. En la nave central podemos admirar el sepulcro de Carlos III, rey de Navarra, y su esposa Leonor de Castilla.
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